Y es que, amados, estamos viviendo un tiempo decisivo para la iglesia del Señor. Un tiempo enormemente especial.
Dios me decía que no debemos tomar livianamente la proliferación de ministerios e iglesias que se levantan producto de divisiones.
Sólo en Richmond, la capital de Virginia, contamos con más de 120 iglesias hispanas, todas con 25 ó 30 personas. Pero son contadas con los dedos de las manos las que han surgido producto de haberlas plantado con un plan de evangelismo y en nuestro caso, abriendo células de hogar.
Ni quiero parecer muy crítico, mucho menos espiritualoide. Pero es que hay un descaro de gente que los pastores como yo, que creen en las personas, colocamos en un liderazgo, a veces no es tan grande, pero es que a los días, ya son oposición y luego satanás mina sus corazones hasta el punto de formar sus propios grupos dividiendo lo que tanto ha costado.
Lo más terrible es cuando esa división la fomenta alguien que supuestamente ama la obra de Dios y que, con "buenas intenciones" intenta descalificar a los ministros que genuinamente son llamados por Dios.
Hay otro problema mayor en las iglesias: Tú no tienes que decir nada desde el púlpito. No tienes que denunciar nada. Tienes que callarlo. Acuérdate de la ética. Es normal que la iglesia se divida.... Ummm, mientras tanto el cuerpo de Cristo es contaminado con esos anticuerpos que dividen el Reino. Gran problema.
Vamos lea Judas 18, 19:
“En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos. Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu”
Necesitamos discernimiento para poder identificar los espíritus antagónicos que se están levantando.
Pastor cuida tu altar y filtra el corazón de todo el que llegue. Pastorea al que quiera ser pastoreado pero no permitas que el que no quiera someterse te dañe lo que tanto sacrificio ha costado.
Nunca te rindas!
Pastor Freddy Solano
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